martes, 24 de enero de 2023

VAMOS A HACERLO BIEN ANTE EL RUIDO. ABOGADO DEL RUIDO.


 

 

Hacer las cosas bien cuesta. Todos hemos tenido tareas delicadas, complicadas o difíciles. El sacrificio o el esfuerzo en la realización de tareas es la base para la consecución de los buenos resultados. Este principio lo podemos aplicar a todos los ámbitos de nuestra vida. 
 

Hay posiciones que ayudan a motivar el esfuerzo con anterioridad a su realización y con posterioridad a este. Así vemos como el conocimiento de hacer lo correcto y de la necesidad de realizarlo nos hace olvidarnos de las pegas y dificultades, centrándonos en realizarlo de la manera más eficaz posibles. Pero no solo la motivación anterior nos hace realizar la tarea de manera más comprometida y a llevar el esfuerzo de la mejor manera. También tenemos el refuerzo del resultado y de la satisfacción por el trabajo bien hecho.

 

Esta realidad que expongo hay que aplicarla en nuestro día a día a la convivencia. Vemos como muchas veces corregir o cambiar hábitos de actuación nos cuesto mucho y lo vemos como difícil o casi imposible. Pues bien, aplicando la idea del esfuerzo y el premio al campo de la convivencia vemos que podemos hacerlo convencidos de hacer lo correcto, de su necesidad añadiéndole la seguridad de la satisfacción por el buen resultado.

 

Abogado del Ruido está recibiendo muchas consultas en las que se evidencia que muchos vivimos en la molestia por ruido constante. Dicha molestia se debe a actuaciones y actividades muy diversas pero que tienen un común denominador, la falta de respeto en la convivencia vecinal. El problema del ruido, como siempre he mantenido, ensucia la convivencia y nos hace alejarnos de nuestros vecinos. Trabajar en el campo del respeto y de la empatía vecinal es fundamental. Pero veo en todas estas consultas que es una terea difícil y muchas veces se ve como algo imposible.

 

En este punto entra en juego la motivación previa de saber que corregir actividades molestas es lo correcto y que, si moderamos el ruido, consiguiendo una buena convivencia, ello nos llevará a la satisfacción del “buen y sincero saludo” y el agradecimiento por el bienestar generado. Debemos conocer que estamos todos a un lado y el ruido a otro. Cambiarnos de bando provoca que el ruido ocupe espacios en la convivencia de los demás que solo lleva al malestar vecinal y al inicio de una mala convivencia.

 

Corrijamos las actividades molestas en nuestra vivienda, sin entender este cambio como restricción de derechos sino como cumplimiento de lo correcto. Venimos obligados al uso adecuado de nuestra vivienda, la cual se encuentra muy cerca de las de los demás lo que puede llevar a generar molestias.

 

Hagamos de lo difícil lo correcto y de lo molesto una buena convivencia.