lunes, 27 de junio de 2011

AGRESIÓN POR RUIDO

   Es lamentablemente las constante situaciones de AGRESIÓN POR RUIDO.

   Debemos concienciarnos que una sociedad de calidad es una sociedad donde las normas y leyes se cumplen. La solicitud tendente al cumplimiento de la normativa medioambiental a nivel local, autonómico y nacional debe ser el reto mayor y no debe ser rara su exigencia.

   El derecho al descanso es reconocido y prevalece frente a cualquier otro derecho mercantil. El consistorio y el resto de administraciones tienen que responder ante las quejas y activar la aplicación de las normas que erradiquen los problemas de ruidos. Son muchas las sentencias que refrendan la actuación efectiva contra el ruido.

   La ausencia de actuaciones administrativas tendentes defender el derecho al descanso y a la inviolabilidad del domicilio pueden llevar a una responsabilidad que va más allá de la meramente administrativa. Entiendo que no solo hay que dictar normas, sino aplicarlas. Es cierto que la previsión es ideal en estos casos, pero una vez generado el problema, ACTUAR TOCA.

Abogado del Ruido.



LAS URBES Y EL OCIO NOCTURNO.

LAS URBES Y EL OCIO NOCTURNO.


   Las actitudes pensantes y las propuestas ingeniosas en pos de la tranquilidad y en la lucha contra el ruido deben potenciarse pero a mi entender debemos dejarnos de cascos y hacer las ciudades verdaderas URBES RESIDENCIALES, valga la redundancia.

   No debemos caer en la ingenuidad de que las ciudades se "mueren" por la limitación de horarios de establecimientos potencialmente o realmente contaminantes, ni por la no concesión de nuevas licencias para dichas actividades cuando ello genere zonas de acumulación acústica.

   Todo lo contrario, las ciudades reviven y vuelve la vitalidad económica y familiar. Vemos como en muchos casos la degradación de barrios enteros motivada por la gran concentración de locales de ocio nocturno pueden dar píe a una actividad comercial frenética que fructifica en una ciudad ambientalmente fuerte y vital tanto para el descanso y esparcimiento de los ciudadanos como de la actividad comercial.

   Destinemos los espacios necesarios para el desarrollo de ACTIVIDADES DE OCIO NOCTURNO EN ENTORNOS NO RESIDENCIALES y hagamos de nuestras ciudades zonas de actividad económica y familiar, necesitando para ello una gran regeneración en cuanto a las directrices marcadas actualmente.

   No nos tapemos los oídos, con cascos o sin cascos, y abramos la mente a posiciones realmente efectivas que activen la economía del comercio y descanso del ciudadano.

   Abogado del Ruido.